HISTORIA DEL MANGA

El manga comienza su vida entre los años 1868-1912 debido a la llegada de personas de occidente a Japón, y este estilo de dibujo pronto fue tomando mayor popularidad entre los japoneses. El manga nace de la combinación de dos tradiciones: La del arte gráfico japonés, producto de una larga evolución a partir del siglo XI, y la de la historieta occidental, afianzada en el siglo XIX.

Las primeras características del manga pueden encontrarse en el Chōjugiga (dibujos satíricos de animales), atribuidos a Toba no Sōjō (siglos XI-XII), del que apenas se conservan actualmente unos escasos ejemplares en blanco y negro.
Durante el período Edo, el ukiyo-e se desarrolló con vigor y produjo las primeras narraciones remotamente comparables a los géneros actuales del manga, que van de la historia y el erotismo a la comedia y la crítica. Hokusai, una de sus figuras, implantaría el uso del vocablo manga en uno de sus libros, Hokusai Manga, recopilado a lo largo del siglo XIX. Durante ese mismo siglo, en plena transición de la era feudal a la industrializada, los artistas occidentales se maravillaban del ukiyo-e (grabados realizados mediante la técnica de tallado en madera) por la exótica belleza que transmitía.